Antoria 360

Este proyecto nace del propósito claro de un inversionista: maximizar el valor de su propiedad sin comprometer su esencia. Nuestro reto fue conjugar funcionalidad y sofisticación, creando un espacio pensado para el mercado, pero vivido como un hogar.

Cada elección fue tratada con la misma atención que se dedicaría a una residencia principal. Desde el mobiliario hasta las obras de arte, cada elemento aporta carácter, equilibrio y una estética refinada que eleva la experiencia de habitar.

Porque rentabilidad y buen gusto no solo pueden coexistir—también pueden potenciarse.

Un espacio creado para celebrar el vino como se merece: con todos los sentidos despiertos y el alma dispuesta a compartir.

Aquí, cada etiqueta cuenta una historia, guiada por la pasión del wine mentor y maridada con buena comida, conversaciones memorables y momentos que invitan a quedarse.

El diseño acompaña esta experiencia: un exhibidor de vinos pensado como pieza central, un bar acogedor, una iluminación que envuelve y mesas que invitan a brindar. Cada detalle fue cuidadosamente seleccionado para que UVA no sea solo un lugar, sino un recuerdo al que siempre querrás volver.

Lo que comenzó como una simple renovación se transformó en una revelación. Detrás de cada pared, descubrimos el potencial dormido de este apartamento. Había que abrir espacios, dejar entrar la luz y acercar el mar a cada rincón.

La paleta, dramática pero armónica, reflejó la esencia de sus dueños, mientras cada detalle recobraba sentido. El resultado: un hogar con alma, donde cada esquina invita a ser vivida.

Este hogar nació de una conexión auténtica con una familia profundamente unida, que vive con intención y deseaba un espacio para compartir y disfrutar en armonía.

Diseñamos desde el corazón, con una paleta otoñal de tonos suaves y acentos vibrantes que aportan carácter y calidez. Cada pieza fue cuidadosamente elegida, creando ambientes que invitan a reunirse, celebrar y vivir.

Un proyecto que refleja lo que más valoramos en Antoria: el diseño con alma, pensado para abrazar la vida familiar y convertirse en el escenario de sus mejores recuerdos.

Diseñamos este apartamento vacacional como un refugio permanente del alma. Un lugar que evoca los atardeceres de verano, las historias de escapadas espontáneas y la calma que solo ofrece el mar.

Pensado para quienes llegan desde ciudades frías en busca de luz, calidez y belleza sin pretensiones, este espacio fue creado como una experiencia de acogida. Cada elemento de la decoración fue elegido con intención: materiales frescos, una paleta suave y detalles que invitan a quedarse.

Este proyecto fue concebido para una pareja joven que comienza su camino juntos, en constante evolución y búsqueda de espacios que reflejen su estilo de vida. El hogar debía ser más que funcional: debía resonar con su energía, su complicidad y sus planes compartidos.

El corazón del diseño se concentró en la sala, transformada en el alma de la casa, con el diseño de un bar icónico —protagónico y decorativo— para convertirse el punto de encuentro, pensado tanto para disfrutar en pareja como para compartir con amigos.

Cada rincón fue ideado para transmitir bienestar. Desde la paleta de colores hasta los materiales nobles, todo fue elegido para crear una atmósfera acogedora que acompañe cada etapa de esta nueva vida.

En este proyecto, cada detalle fue pensado para reflejar el alma de su propietario: un gran anfitrión, apasionado por el arte y el buen vivir.

Diseñamos un ambiente integrado donde las obras y piezas de diseño no solo decoran, sino que dialogan con el espacio, aportando carácter, historia y sofisticación.

Cada rincón cumple una misión clara: ofrecer comodidad sin sacrificar elegancia, y elevar la experiencia cotidiana con distinción y armonía visual.